Charles F. Parham

by 12/28/2016 0 comentarios

"En la segunda venida de Cristo, la iglesia será hallada con el mismo poder que tuvieron los apóstoles y la iglesia primitiva. El poder de Pentecostés es manifiesto en nosotros. La religión cristiana debe demostrarse. El mundo desea que se la mostremos. Entonces, que el poder de Dios sea manifiesto por medio de nosotros "

Charles F. Parham dedicó su vida a restaurar las revolucionarias verdades de la sanidad y el bautismo del Espíritu Santo a la iglesia.  (Nota: al referimos al "bautismo del Espíritu Santo", en este capítulo, debe inferirse que la experiencia siempre va acompañada de la "evidencia del hablar en lenguas".) Los primeros cuarenta años del siglo XX contaron con la poderosa visita del mensaje pentecostal de este hombre, que cambió las vidas de miles de personas en todo el mundo. 


Los milagros que se produjeron en el ministerio de Charles Parham son demasiado numerosos para registrarlos. Miles de miles de personas hallaron salvación, sanidad, liberación, y el bautismo del Espíritu Santo. 



Cuando, en 1901, él proclamó al mundo que "hablar en lenguas es la evidencia del bautismo del Espíritu Santo ", las verdades pentecostales de la iglesia primitiva fueron maravillosamente restauradas. Pero el evangelista pagó un precio por ello. Los ataques incesantes de persecución y calumnias que Parham soportó durante toda su vida hubieran destruido a otro que tuviera menos carácter. Pero sólo sirvieron para fortalecer la ya sólida determinación y la resuelta fe de Parham.


PREDICA HASTA QUE LAS VACAS VUELVAN A CASA

Charles F. Parham nació e1 4 de junio de 1873. Después de su nacimiento en Muscatine, Iowa, sus padres, William y Ann Maria Parham, se mudaron al sur, a Cheney, Kansas. Ellos se consideraban verdaderos pioneros y vivían como tales. 

Además de la dura vida de los pioneros, los primeros años de su infancia no fueron fáciles para el pequeño Parham. A los seis meses de edad, lo atacó una fiebre que lo confinó a la cama. Durante los cinco primeros años de su vida, sufrió dramáticos espasmos y su frente se hinchaba, haciendo que su cabeza aumentara anormalmente de tamaño. 



Cuando Parham tenía siete años, su madre murió. Aunque Parham tenía otros cuatro hermanos al morir su amada madre sintió que la pena y la soledad lo abrumaban. El recuerdo del amor y la atención que su madre le había brindado durante su enfermedad lo volvió melancólico y pesimista. Al despedirse antes de morir, su madre lo miró y le dijo: "Charlie, pórtate bien". Allí, en presencia de Dios y de su madre moribunda. Parham prometió reencontrarse con ella en el cielo". Estas simples palabras hicieron una profunda impresión en él. Se dice que ellas influyeron en su decisión posterior de entregar su vida a Dios. El padre de Parham se casó más tarde con una joven llamada Harriett Miller a quien toda la familia amaba y necesitaba mucho. 

Cuando Parham tenía nueve años, contrajo reumatismo inflamatorio, lo cual hizo que su cuerpo quedara lleno de "nudos". Cuando esta enfermedad finalmente se retiró, su piel era totalmente transparente. 

Entonces comenzó a tener parásitos y para combatirlos debieron darle medicamentos tan fuertes que carcomieron e hicieron desaparecer los tejidos que revestían las paredes de su estómago. Además estos medicamentos atrofiaron su crecimiento durante tres años. 

Además, a los nueve años de edad Parham fue llamado al ministerio. Dado que él y sus hermanos habían sido llevados a la escuela dominical desde sus primeros años de vida. Parham disfrutaba de una temprana conciencia de la presencia de Dios. Aun antes de convertirse, su pensamiento constante era: "¡Ay de mí, si no predicara el evangelio!". 

Por lo tanto, comenzó a prepararse para el llamado de Dios por medio de la literatura. Aunque Kansas aún no estaba modernizada, y no había muchas bibliotecas en las cercanías, Parham logró sumar algunos libros de historia a su Biblia. Y encontró otras formas de prepararse para el ministerio haciendo sus tareas y ayudando a sus hermanos. Mientras trabajaba con el ganado de la familia, Parham solía predicar sonoros sermones a las vacas, sobre diversos temas, desde el cielo hasta el infierno.

"UN RAYO QUE PENETRÓ MI SER"


Parham jamás lamentó haber tenido que estudiar tanto por su propia cuenta. En realidad, esto fue una ventaja para él. Había tan pocas iglesias y pastores en el campo que dado que nadie podía enseñarle lo contrario, estudió la Palabra de Dios y la tomó literalmente. No hubo interferencias de teologías de creación humana en su doctrina, ni tradiciones que romper. Desde una edad temprana, hasta los trece años, había oído los sermones de sólo dos predicadores. Fue durante una de estas reuniones que se convirtió. 

Parham creía que en el corazón de la persona convertida debía producirse un profundo arrepentimiento, pero se sentía vacío de tal experiencia emocional. Por eso, después de la reunión en la que fue salvo, mientras regresaba a su casa, comenzó a cuestionar su conversión. 

Estaba tan cargado y su corazón tan apesadumbrado que no podía orar, así que comenzó a tararear el himno "Voy hacia la cruz", y al llegar a la tercera estrofa, Parham recibió inmediatamente la seguridad de su conversión. Tiempo después diría de esta experiencia: 

"Del cielo partió una luz superior al brillo del Sol, como un rayo que penetró mi ser y conmocionó cada fibra en mí". A partir de ese momento, nunca se apartó del ancla de su salvación.

 "¿VAS A PREDICAR?"


Después de su dramática conversión, Parham sirvió como obrero y maestro en la escuela dominical. Tuvo su primera reunión pública a la edad de quince años, con notables resultados. Predicó durante un tiempo, y luego entró al Southwestern College, de Kansas, a los dieciséis. 



Al comenzar la universidad, Parham tenía toda la intención de entrar al ministerio, pero notaba la falta de respeto y el disgusto con que el mundo secular trataba a los ministros en general, y escuchó historias sobre la pobreza que acompañaba al ministerio. Desanimado por estas historias, se volvió con gran interés hacia otras profesiones. 


Pronto, negó su llamado y comenzó a apartarse del Señor. Recordando sus traumáticas enfermedades infantiles, supuso que la medicina sería una buena carrera, y comenzó a estudiar para ser médico. Pero constantemente lo atormentaba el recuerdo de su promesa de hacerse misionero, y pronto contrajo fiebre reumática. 



Después de sufrir durante meses el ardor de esta fiebre, cuando estaba en cama, un médico lo atendió y declaró que estaba próximo a morir. Pero los meses que pasó postrado le habían hecho recordar las palabras que alguna vez resonaran en sus oídos: "¿Vas a predicar? ¿VAS A PREDICAR?" Una vez más se sentía urgido a responder a este llamado, pero no deseaba vivir en la pobreza que aparentemente era inevitable para los ministros de esa época. Entonces clamó a Dios: 

"Si me dejas ir a algún lugar donde no tenga que estar pidiendo dinero o rogar para ganarme la vida, predicaré".

Estaba tan sedado con morfina que no podía pensar más palabras para orar, y comenzó a recitar el Padre nuestro. Cuando llegó a las palabras "...hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo", su mente se aclaró y pudo entrever la majestad de Dios. Tuvo un atisbo de cómo la voluntad de Dios se manifestaba en cada átomo de la creación y comprendió que la voluntad de Dios era sanar. Entonces clamó al Señor, orando: "Si tu voluntad se hace en mí, seré sano". 



Al pronunciar esta oración, cada articulación de su cuerpo se aflojó y cada órgano fue sano. Sólo sus tobillos continuaron siendo débiles. Pero sus pulmones estaban limpios y su cuerpo se recuperó. Muy poco después de su recuperación, lo invitaron a predicar en una reunión evangelística. Entonces renovó su promesa a Dios, y prometió dejar la universidad y entrar al ministerio si Dios sanaba sus tobillos. 



Parham se arrastró debajo de un árbol y comenzó a orar. Dios inmediatamente envió una "poderosa corriente eléctrica" a sus tobillos, y de esa manera los sanó.

UN PATÁN CON PODER


Parham realizó su primera reunión evangelística a la edad de dieciocho años en el salón de la Escuela Pleasant Valley, cerca de Tonganoxie. Kansas. No pertenecía a la comunidad campesina cuando pidió permiso para realizar una campaña en su escuela, así que cuando ellos se lo otorgaron, subió a una colina, extendió su mano sobre el valle y oró para que toda esa comunidad fuera ganada para Dios.



La primera noche, la asistencia fue buena, pero la mayoría de la gente no estaba acostumbrada a una participación activa. Parham recibió pocas respuestas al principio. pero antes que terminara la noche, hubo muchas conversiones. 



Los Thistlewaite asistieron a esta reunión y escribieron a su hija Sarah comentándole sobre ella. Esta había crecido en esa comunidad y ahora estaba en la ciudad de Kansas, estudiando. Cuando regresó a su casa las reuniones habían terminado, pero la comunidad había arreglado que Parham regresara al domingo siguiente.


 
En la reunión, la refinada Sarah Thistlewaite se sorprendió con lo que veía Parham era muy diferente de los predicadores cultos y ricos a los que estaban acostumbrados en la ciudad de Kansas. Y cuando tomaba el púlpito, no tenía el sermón escrito como los predicadores que ella había visto. En realidad, Parham jamás escribía lo que iba a decir. Confiaba en que el Espíritu Santo lo inspiraría. Al escuchar predicar al joven evangelista, Sarah comprendió su falta de devoción a la fe. Sabía que estaba siguiendo a Cristo "de lejos", y tomó la decisión de consagrarse totalmente al Señor. También comenzó a cultivar una amistad con Charles y pronto, lo que comenzó como un simple interés se convirtió en una unión llena de propósito y destino. 


¿DENOMINACIONES? NUNCA MAS ...!!!


Cuando Parham tenía diecinueve años de edad, lo invitaron a pastorear la iglesia metodista de Eudora, Kansas. Lo hizo fielmente, al tiempo que pastoreaba en Linwood los domingos por la tarde. Sarah y su familia asistían regularmente a los cultos. 



La congregación comenzó a crecer cada vez más y tuvieron que construir un nuevo edificio para acomodar a toda la gente. Los líderes de la denominación veían en Parham a un joven con gran futuro, y le hubieran dado cualquier pastorado o asignación si él se hubiera sometido a su autoridad. Pero las cosas no andaban del todo bien entre Parham y la denominación metodista. Charles había prometido seguir la guía del Espíritu Santo, a pesar de lo que los hombres le pidieran hacer. Al aconsejar a los recién convertidos, los exhortaba a buscar cualquier iglesia donde congregarse, aunque no fuera metodista. Él les explicaba que para entrar al cielo no era necesario pertenecer a una denominación determinada, y que las denominaciones pasaban más tiempo predicando sobre su iglesia en particular que sobre Jesucristo y su pacto. Esto le causó muchos conflictos dentro de su denominación. Hablando sobre estos conflictos, escribió: 

"Al alcanzar los confines del pastorado, y sentir la estrechez de la mentalidad sectaria, muchas veces tuve conflictos con las autoridades superiores, que eventualmente resultaron en una ruptura total; y así dejé el denominacionalismo para siempre, aunque sufría una amarga persecución por parte de la iglesia... ¡Oh, la estrechez de muchos que se llaman hijos de Dios! "

Los padres de Parham se sintieron realmente decepcionados por su hijo, ya que apoyaban totalmente a la iglesia. Por eso, al renunciar, Charles buscó apoyo en el hogar de unos amigos, que lo aceptaron como a su propio hijo.



Comenzó a orar pidiendo dirección del Señor. Muchas falsas acusaciones habían sido levantadas contra él. y le preocupaba que la persecución que se avecinaba arruinara definitivamente su obra. Entonces, un día, mientras se encontraba sumido en la oración, escuchó estas palabras: "Yo me despojé a mí mismo". Inmediatamente se sintió fortalecido y animado. Mientras el Espíritu Santo continuaba dándole Palabra, marcó su rumbo. Entraría al campo evangelístico, sin asociarse con denominación alguna. Realizaría sus reuniones en escuelas, salones, iglesias, tabernáculos, en todo lugar que pudiera, y creería que el Espíritu Santo se manifestaría con gran poder. 



Mientras llevaba a cabo una campaña en el oeste de Kansas, escribió a Sarah Thistlewaite para proponerle matrimonio, advirtiéndole que su vida estaba totalmente dedicada a Dios y que su futuro era incierto, pero si ella podía confiar en Dios en cuanto a él, deberían casarse. Charles y Sarah se casaron seis meses después, el 31 de diciembre de 1896, en casa del abuelo de Sarah. 

CÚRATE A TI MISMO


La joven pareja comenzó a viajar, y todos los recibían con gran aprobación. En septiembre de 1897 nació su primer hijo, Claude. Pero el gozo de este suceso duró poco, ya que Charles cayó enfermo con una afección cardíaca. Tomaba más y más medicinas, pero cada vez estaba más débil. Entonces, repentinamente, el pequeño Claude fue atacado por una fiebre muy alta. Los Parham caminaron de un lado a otro de la casa orando por el niño, pero sin resultado. El médico no podía diagnosticar la causa de la fiebre de Claude, y por 10 tanto, no tenía cura para ella. 



Parham fue llamado a orar por otro hombre que estaba enfermo, y salió a verlo, aunque él mismo se sentía débil. Mientras oraba por este hombre, el texto: "Médico, cúrate a ti mismo" explotó en su interior y mientras oraba, el poder de Dios tocó a Parham, y fue sanado instantáneamente. 



Parham se apresuró a regresar a su casa después de este incidente, y contó a Sarah lo que había sucedido. Luego oró por su bebé, y arrojó todas sus medicinas, prometiendo que jamás volvería a confiar en nada que no fuera la Palabra de Dios. La fiebre abandonó el cuerpo de Claude, y el niño continuó creciendo sano. 


Quisiera aclarar algo aquí. El ministerio de Parham fue controvertido para quienes lo malentendieron. Él vivió en una época en que los médicos, en general, se oponían al evangelio. Fue la fe personal de Parham la que lo inspiró a desechar sus medicinas. Él creía que confiar totalmente en la medicina era negar la sangre de Jesucristo y el precio que Cristo pagó en la cruz. Cuando se produce una revelación certera, la misma es invencible y siempre tendrá éxito. La profunda revelación de Parham se transfirió a su familia y en su hogar se prohibieron las medicinas. Pero en los casos de otras personas, él dejaba que ellas fueran quienes tomaran la decisión final en cuanto al uso de medicinas. Siempre habrá quienes sigan la inspiración de otro, sin tener ninguna revelación para si mismos. Debido a esto vemos a sectores enteros del cuerpo de Cristo negarse a utilizar medicinas y llamar "pecadores" a quienes lo hacen. Parham nunca enseñó esto, por lo cual sería un error culparlo, como tantos lo han hecho, por los errores que algunos creyentes han cometido en relación con la sanidad divina. 

"VIDA O MUERTE"


No mucho después que Parham y su hijo fueron sanados, el evangelista recibió una terrible noticia. En una semana, dos de sus amigos más cercanos habían muerto. Consumido por la pena, corrió a visitar sus tumbas. Fue un día que marcó el resto de su ministerio: 

"Allí, arrodillado entre las tumbas de mis dos amados amigos, que podrían haber vivido si yo les hubiera hablado del poder de Cristo para sanar, hice el voto de que sería para mí cuestión de vida o muerte predicar este evangelio de la sanidad".

Parham se mudó con su familia a Ottawa, Kansas. donde tuvo su primera reunión de sanidad divina. Durante esta reunión proclamó valientemente las verdades de la Palabra de Dios. Una mujer que sufría de hidropesía y a la cual habían dado tres días de vida, fue instantáneamente sanada. Una joven inválida, ciega y consumida, sintió que su pecho se abría como si lo partieran en dos, y fue completamente sanada. Dios también restauró su vista en forma inmediata, y la mujer pasó el resto de su vida ganándose la vida como costurera. 



Las verdades de la sanidad divina eran raramente predicadas en la iglesia de esa época. DOwie y Etter tenían gran éxito, pero estas verdades eran virtualmente desconocidas en esta región del país. Aunque no se podían negar los resultados muchos decían que el poder que se manifestaba a través de Parham era del diablo. Las acusaciones hicieron que se encerrara para estudiar más en profundidad la verdad. Mientras oraba y estudiaba las Escrituras descubrió que dondequiera que mirara, en la Biblia se hablaba de sanidad. Entonces comprendió que la sanidad, así como la salvación se producía a través de la obra expiatoria de la sangre de Jesús: y a partir de ese momento, la persecución y las calumnias lo siguieron a todas partes. Entonces se le ocurrió una idea revolucionaria: él proveería un hogar de refugio para quienes buscaban la sanidad. ¡Parham estaba lleno de gozo! 

UN HOGAR DE FE "CON TODO"


El Día de Acción de Gracias, en noviembre de 1898, nació una hija en el hogar de los Parham. Sus padres la llamaron Esther Marie. No mucho después Charles abrió su hogar "de sanidad divina" en Topeka, Kansas al cual él y Sarah llamaron "Bethel". El propósito del lugar era proveer una atmósfera hogareña a quienes confiaban en Dios para su sanidad. La planta baja tenía una capilla, un cuarto de lectura y una imprenta. El primer piso tenía catorce cuartos con grandes ventanas. 



Los Parham mantenían las ventanas llenas de flores frescas, creando una atmósfera pacífica y bella en el hogar. En la capilla había cultos todos los días, y la Palabra de Dios se enseñaba con poder. Se oraba en forma individual varias veces, de día y de noche. 



Bethel también ofrecía clases especiales a ministros y evangelistas, para prepararlos para el ministerio. Este lugar de refugio también servía para encontrar hogares cristianos a los huérfanos, y trabajos para los desempleados. 

Una persona que se alojó en Bethel escribió: 
"¿Quién podría pensar en un nombre más dulce que Bethel'? Ciertamente es la casa de Dios. Todo se mueve en amor y armonía. Al entrar a los cuartos uno siente la influencia divina que está generosamente esparcida por aquí... Es un hogar de fe, con todo".

En sus comienzos, el boletín quincenal publicado por Parham, llamado The Apostolic Faith (La fe apostólica), tenía un precio de suscripción. Pero Parham cambió rápidamente esto, pidiendo a sus lectores que leyeran Isaías 55: 1 y luego ofrendaran según como sintieran del Señor. El boletín publicaba maravillosos testimonios de sanidades y muchos de los sermones con los que se enseñaba en Bethel. 



Parham siempre creyó que Dios proveería para el sostén económico de Bethel. Cierta vez, después de un día de duro ministerio, comprendió que debía pagar la renta al día siguiente y no tenía el dinero necesario. Cansado, miró al cielo y dijo al Señor que él tenía que descansar, y que sabía que Dios no le fallaría. A la mañana siguiente, un hombre apareció en Bethel, diciendo: "Repentinamente desperté pensando en usted y en su obra; y no pude dormir hasta que prometí traerle esto". Era la suma exacta de lo que debían pagar de renta. 



Otra vez, Parham sólo tenía parte del dinero necesario para pagar una boleta que había vencido. Así que fue hacia el banco para pagar lo que tenía, y mientras iba hacia allí, pasó un conocido que le prestó algo de dinero. Cuando Parham llegó al banco, descubrió que este dinero era la suma exacta que necesitaba para pagar por completo la deuda.  Hay muchas más increíbles historias de provisión económica para el ministerio de Parham. 


La familia fue bendecida con otro hijo en marzo de 1900. Lo llamaron Charles, como su padre. Ahora la familia parecía haber crecido demasiado para el Hogar Bethel, así que construyeron una casa pastoral. Así como crecía su familia, también crecía el hambre espiritual de Parham, que sintió que debería dejar Bethel y visitar diferentes ministerios. Dejó dos ministros de la Santidad a cargo y salió a visitar los ministerios de varios hombres de Dios en Chicago, Nueva York y Maine. Cuando regresó, estaba refrescado y renovado, con un anhelo de Dios aún mayor. 

"Regresé a casa totalmente convencido de que aunque muchos habían obtenido una experiencia real en la santificación y la unción que permanece, aún quedaba un gran derramamiento de poder para los cristianos que cerrarían esta era"
Estas palabras contenían las semillas de las verdades que luego Parham develaría. 


RODEADA POR UN HALO


Debido a su tremendo éxito en Bethel, muchos comenzaron a insistir para que Parham abriera un instituto bíblico. Así que nuevamente se recluyó en ayuno y oración. En octubre de 1900, obtuvo una hermosa estructura en Topeka, Kansas, con el fin de comenzar allí un instituto bíblico, y la llamó "Stone 's Folly ".  El estilo del edificio iba a ser el de un castillo inglés. Pero el constructor se quedó sin dinero antes de completar el estilo de la estructura. 



La escalera que unía a la planta baja con el primer piso estaba hecha de finas maderas de cedro, madera de cerezo, arce y pino. El segundo piso se terminó con madera común pintada. El exterior del edificio estaba recubierto de ladrillos rojos y piedra blanca, con una escalera caracol que llevaba a un observatorio. Otra puerta llevaba desde allí a un pequeño cuarto llamado "torre de oración". Los alumnos se turnaban para orar durante tres horas por día en esa pequeña torre. 

Cuando se dedicó el edificio, un hombre miró hacia fuera desde la torre de oración y vio una visión por sobre Stone's Folly: " un vasto lago de agua fresca a punto de rebosar, que contenía agua suficiente para satisfacer toda sed".

Esta visión sería luego confirmada como una señal de lo que estaba por venir. El instituto bíblico de Parham estaba abierto a todo ministro y creyente en Cristo que estuviera dispuesto a "dejarlo todo". Eran personas dispuestas a estudiar la Palabra en profundidad y creer que Dios proveería para sus necesidades personales. 



La fe del alumno era el único costo de la enseñanza; todos debían creer que Dios proveería para sus necesidades. Ese diciembre se tomaron exámenes sobre los temas de arrepentimiento, conversión, consagración, santificación, sanidad y la segunda venida de Cristo. Cuando se incluyó el Libro de los Hechos para el estudio de estos temas, Parham dio a sus alumnos un trabajo práctico de naturaleza histórica. Ellos debían estudiar las evidencias bíblicas del bautismo en el Espíritu Santo e informar sobre lo que hubieran descubierto tres días después. Después de asignarles esta tarea, fue a conducir una reunión en la ciudad de Kansas. Luego regresó para la vigilia anual de oración en su escuela.





La mañana en que se debían entregar los informes Parham escuchó cuarenta informes, y lo que escuchó lo dejó perplejo. Aunque se habían producido diferentes manifestaciones del Espíritu durante el derramamiento de Pentecostés en el Libro de los Hechos cada uno de los estudiantes había llegado a la misma conclusión general: Todos los que habían sido bautizado, con el Espíritu Santo hablaban en otras lenguas 

Ahora había gran entusiasmo y un nuevo interés sobre el Libro de los Hechos en el instituto. Entre las setenta y cinco personas reunidas para el culto de vigilia, la atmósfera estaba llena de expectativa. 


La reunión parecía haber sido cubierta con un manto de frescura. Entonces, una alumna, Agnes Ozman. se acercó a Parham  le pidió que le impusiera las manos para que ella recibiera el bautismo del Espíritu Santo. La joven creía que había sido llamada al campo misionero y deseaba estar equipada con poder espiritual. Al principio Parham vaciló y le dijo que él mismo no hablaba en otras lenguas. Pero ella insistió, y Charles, humildemente, le impuso las manos sobre su cabeza. Más tarde. él relataría este incidente con las siguientes palabras: 
"Apenas había yo repetido unas tres docenas de frases, cuando la gloria cayó sobre ella, un halo pareció rodear su cabeza y su rostro, y comenzó a hablar en idioma chino, y no pudo volver a hablar inglés hasta tres días después".
Ozman testificó más tarde que ya había recibido algunas de estas mismas palabras mientras estaba en la torre de oración. Pero cuando Parham le impuso las manos el sobrenatural poder de Dios la inundó por completo. 


LENGUAS DE FUEGO


Después de ser testigos de este increíble derramamiento del Espíritu Santo los estudiantes corrieron sus camas en el dormitorio del piso superior y lo convirtieron en un cuarto de oración. Durante dos noches y tres días todos esperaron en el Señor. 


En enero de 190l Parham predicó en una iglesia en Topeka, relatando las maravillosas experiencias que estaban produciéndose en el instituto y les dijo que creía que pronto él también hablaría en otras lenguas. Esa noche al regresar a su casa después de la reunión, se encontró con uno de los estudiantes, que lo llevó al cuarto de oración. Una gran sorpresa se apoderó de él al ver allí a doce ministros de diferentes denominaciones. 



Estaban sentados arrodillados o de pie, con las manos levantadas, y todos hablaban en otras lenguas. Algunos temblaban bajo el poder de Dios. Una anciana se acercó para relatarle que, momentos antes que él entrara al cuarto, "lenguas de fuego" se habían posado sobre sus cabezas.

Abrumado por lo que había visto, Parham cayó de rodillas detrás de una mesa, alabando a Dios. Entonces le pidió que le diera a él esa misma bendición, y al hacerlo, escuchó claramente el llamado de Dios a que se plantara firmemente en el mundo para revelar la verdad de este tremendo derramamiento dondequiera que fuera. Este visionario ministro también pudo ver las terribles persecuciones que conllevaría su llamado. Pero calculó el costo y decidió obedecer, así como había obedecido al proclamar la sanidad divina. Fue entonces que Charles Parham mismo fue lleno del Espíritu Santo, y habló en otras lenguas. 
"En ese mismo instante sentí que algo se torcía en mi garganta, y la gloria cayó sobre mí, y comencé a adorar a Dios en la lengua sueca, que luego se transformó en otros idiomas y continuó... "

Pronto, la noticia de lo que Dios estaba haciendo en el instituto hizo que este se viera acosado por reporteros, profesores de idiomas e intérpretes del gobierno, que asistían a los cultos para luego hablar al mundo entero de este fenómeno increíble. Habían llegado al consenso de que los estudiantes del instituto estaban hablando en los idiomas del mundo. Y los periódicos gritaban en sus titulares: "¡Pentecostés! ¡Pentecostés!" Los vendedores de periódicos anunciaban: "¡ Lea todo sobre el Pentecostés!" 



E1 21 de enero de 1901, Parham predicó el primer sermón dedicado únicamente a la experiencia del bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. 

UNA ENTRADA HACIA LO SOBRENATURAL


Algunos dicen que "ha pasado el tiempo de las lenguas". Pero, amigo mío, cuando pase el tiempo de los milagros, cuando pase el tiempo de las señales y maravillas, cuando pase el tiempo de las manifestaciones del Espíritu Santo, entonces, pasará el tiempo de las lenguas. Mas no necesitaremos otras lenguas. Pero mientras estemos en la Tierra, estas cosas permanecerán. El Libro de los Hechos continúa siendo vivido en la vida de la iglesia actual. Lo único que ha pasado es el tiempo de los sacrificios de corderos, porque Jesús cumplió con el sistema del derramamiento de sangre y quitó el velo que separaba al hombre de Dios. 



Orar en otras lenguas será el nacimiento de la voluntad de Dios en tu espíritu. Ya no dependerás de tu intelecto ni de la dirección de los demás. "Sabrás" por ti mismo cuál es la voluntad del Padre para tu vida. Algunas veces nuestra vida de oración se ve limitada por nuestro idioma y no siempre sabemos cómo orar por una situación. La Palabra nos dice que "orar en el espíritu", o en lenguas nos permite orar la voluntad perfecta de Dios en toda situación porque orar en lenguas nos lleva al ámbito del Espíritu. Puedes ir al cielo sin haber sido bautizado en el Espíritu Santo pero no es lo mejor que Dios desea para tí. 



Hay varías diferentes operaciones de las lenguas que se mencionan en la Biblia. 

  1. Primero, las lenguas pueden manifestarse en un idioma que personas de otras nacionalidades pueden comprender (ver Hechos 2:8-11). 
  2. Segundo, el don de lenguas puede ser ejercido por una persona en una reunión pública y seguido de la interpretación de ese idioma, lo cual edifica a quienes están allí reunidos (ver 1 Corintios 14:27-28). Y está el idioma de lenguas de oración que edífica y fortalece la fe. 
  3. Finalmente, orar en el espíritu da osadía, fortaleza, dirección y guía a la vida de un creyente. Orar en lenguas es también una de las formas más poderosas de intercesión (ver 1 Corintios 14:4: Judas 20: Romanos 8:26-27; Efesios 6: 18). 
Si no has experimentado el bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas pide fervientemente a Dios que te lo dé. Hablar en otras lenguas no es sólo "para algunos". Es para todos como la salvación. Cuando decidas entrar en esta medida de la plenitud de Dios tu vida nunca volverá a ser la misma.

UN PADRE ESPIRITUAL

En esta etapa de la vida de Parham había una "gloria refinada" y paz en su hogar tal como nunca la hubo antes. Parham iba por toda la región, predicando las verdades del bautismo en el Espíritu con maravillosas demostraciones. 



Cierta vez en un culto comenzó a hablar en otras lenguas y cuando terminó, un hombre de la congregación se puso de pie y dijo: "Soy sanado de mi incredulidad: he oído en mi propia lengua el Salmo 23 que aprendí sentado en las rodillas de mi madre" .Este fue sólo uno de los incontables testimonios del don de otras lenguas en el ministerio de Parham. Pronto, cientos y cientos de personas comenzaron a recibir esta manifestación. Pero junto con este poderoso derramamiento se produjo una calumniosa persecución por parte de quienes lo despreciaban. 

Entonces la tragedia golpeó el hogar de Parham nuevamente. Su hijo más pequeño, Charles, murió el 16 de marzo de 1901. La familia se sintió agobiada por la pena. Su dolor se profundizó aún más cuando quienes los atacaban los acusaron de contribuir a la muerte de su hijo. Y muchos que amaban a la familia, pero no creían en la sanidad divina, hicieron crecer su tristeza al aconsejarles que olvidaran sus creencias en esa área. Pero en toda esta prueba, los Parham mostraron una tremenda fortaleza de carácter al decidir que mantendrían sus corazones sensibles al Señor y ganarían esta prueba de fe. Por lo tanto, Parham continuó predicando con mayor fervor aún, el milagroso evangelio de Cristo por todo el mundo. 


En el otoño de 1901, el instituto bíblico en Topeka fue vendido sin que Parham lo supiera, para ser dedicado a usos seculares. Parham advirtió a los compradores que si lo destinaban a un uso secular, el edificio sería destruido. Ellos ignoraron su advertencia profética, pero a fines de diciembre Parham recibió la noticia de que el edificio había sido totalmente destruido por un incendio. 



Después que se vendió Stone's Folly, los Parham alquilaron una pequeña casa en la ciudad de Kansas. Fue entonces que él comenzó a predicar en reuniones en toda la región. Cientos de personas de todas las denominaciones recibieron el bautismo del Espíritu Santo y la sanidad divina. Como sucede con cada evangelista pionero en un avivamiento, era amado u odiado con igual intensidad por la gente, pero su personalidad vital y su corazón cálido eran reconocidos por todos. Un periódico de Kansas escribió: "Digamos lo que dijéremos sobre él, ha atraído más atención hacia la religión que cualquier otro profesional de la religión en años".


En 1901 Parham publicó su primer libro, A Voice Crying in the Wilderness (Una voz que clama en el desierto). El libro estaba lleno de sermones sobre la salvación, la sanidad y la santificación. Muchos ministros de todo el mundo lo estudiaron y lo utilizaron como libro de texto para enseñar.


Los Parham tuvieron otro hijo, llamado Philip Arlington, en junio de 1902. Para entonces Charles se había convertido en el padre del despertar pentecostal, y cuidaba constantemente a sus hijos espirituales para ayudarlos a crecer en la verdad. Tuvo su primer enfrentamiento con el fanatismo en 1903, cuando predicó en una iglesia donde se produjeron manifestaciones carnales, fuera de orden. La experiencia agregó una nueva dimensión a sus enseñanzas. Aunque jamás se permitió ser llamado líder del movimiento pentecostal, Parham se sentía personalmente responsable de controlar que el bautismo del Espíritu Santo se manifestara según la Palabra. Por eso se dedicó a estudiar la personalidad del Espíritu Santo, Y hablaba decididamente en contra de cualquier cosa que se opusiera a lo que había aprendido. Quizá fue esta pasión personal la que lo motivó a criticar las manifestaciones de Azusa en años posteriores. 

"PREDICA EN GRANDES TROZOS"


En el otoño de 1903, los Parham se mudaron a Galena, Kansas, y levantaron una gran carpa. La misma tenía capacidad para dos mil personas pero aun así era pequeña para acomodar a todos los que se acercaban. 



Por eso, tan pronto como llegó el invierno, consiguieron un edificio. Pero aún entonces, debían dejar las puertas abiertas durante los cultos para que quienes quedaban afuera pudieran participar. Multitudes de personas provenientes de otras ciudades se agolpaban en Galena cuando se producían las fuertes manifestaciones del Espíritu, y cientos eran milagrosamente sanados y recibían la salvación. 



En esa época, se entregaban tarjetas a quienes venían en busca de sanidad. El procedimiento común era escribir números en esas tarjetas y entregarlas a quienes deseaban oración. Luego, durante el culto, se llamaba al azar diversos números Y se oraba por quienes tenían las tarjetas con esos números. Con esta práctica, todos tenían las mismas oportunidades. Pero Parham abolió esa costumbre y decidió orar por todos los que vinieran, sin importar el tiempo que eso insumiera. 

Dos periódicos, el Joplin Herald y el Cincinnati Inquirer, declararon que las reuniones de Parham en Galena eran la mayor demostración de poder y milagros desde el tiempo de los apóstoles, y escribieron "Muchos... vinieron a burlarse, pero se quedaron para orar".
El 16 de marzo de 1904 nació Wilfred Charles en el hogar de los Parham. Un mes después, se mudaron a Baxter Springs, Kansas, y Charles continuó realizando tremendas reuniones en todo el estado. Parham siempre advertía a la gente que no lo llamara "sanador", recordándoles que él no tenía más poder para sanar que para salvar. 

Un observador dijo: "El hermano Parham predicó la Santa Palabra de Dios en forma directa; como si fuera en trozos grandes, puros y suficientemente duros como para hacer caer las escamas de nuestros ojos" 
Las reuniones eran siempre muy interesantes. Era sabido que él sentía un gran amor por la Tierra Santa, y siempre implementaba sus creencias en sus enseñanzas. Así que además de los muchos milagros generalmente exponía una gran variedad de vestimentas de la Tierra Santa que había coleccionado. Los periódicos siempre destacaban este aspecto de su ministerio en forma favorable. 





En 1905, Parham viajó a Orchard, Texas, en respuesta a la invitación de algunos creyentes que habían asistido a sus reuniones en Kansas y habían orado fervientemente para que él fuera a su región. Y mientras ministraba, hubo tal derramamiento del Espíritu, que esto inspiró a Parham para realizar sus "Días de campaña". Estos eran series de reuniones que se planeaban y realizaban estratégicamente en diferentes lugares de los Estados Unidos. Cuando regresó a Kansas, muchos obreros se ofrecieron voluntariamente para ayudar en las reuniones. 

TODO ES GRANDE ES TEXAS


El primer "Día de campaña" se realizó en Houston, Texas. Parham y veinticinco obreros realizaron esta campaña en un lugar llamado Bryn Hall, donde se los había promocionado como no pertenecientes a denominación alguna, y se había invitado a cualquiera que deseara experimentar más del poder de Dios, a asistir. Los periódicos disfrutaron con la novedad de la exposición de trajes de Tierra Santa que traía Parham, y comentaron en forma decididamente favorable todos los milagros que se producían. 


Después de estas reuniones, Parham y su grupo realizaban grandes desfiles, marchando por las calles de Houston con sus trajes de Tierra Santa. Los desfiles ayudaban a despertar el interés de muchos que asistieron a los cultos vespertinos. Cuando se terminaron los "Días de campaña", el grupo regresó a Kansas, gozándose grandemente en el Señor. 



Debido a la alta demanda de la gente, el grupo regresó una vez más a Houston, pero esta vez debieron enfrentarse con una fuerte persecución. Varios de los colaboradores de Parham fueron envenenados durante una reunión, y enfermaron seriamente, con terribles dolores. 


Pero Parham oró por cada uno de ellos inmediatamente, y se recuperaron por completo. También hubo varios ataques en contra de la vida de Parham, pero siempre escapó. Cierta vez, después de tomar un sorbo de agua mientras estaba en la plataforma, se dobló sobre sí mismo, presa de un dolor insoportable. Pero comenzó a orar y el dolor se fue inmediatamente. 

Luego, cuando el agua de ese vaso fue examinada químicamente, se descubrió que contenía suficiente veneno como para matar a una docena de hombres. Sin dejarse amilanar por las persecuciones, Parham anunció que abriría un nuevo instituto bíblico en Houston, y mudó su sede allí en el invierno de 1905. El instituto se sostenía de igual manera que el de Topeka, por medio de ofrendas voluntarias. Los estudiantes no debían pagar cuota alguna, y cada uno debía creer que Dios proveería lo necesario. 

Se decía que en el instituto reinaba un orden militar y que cada persona comprendía cómo trabajar en armonía. Los "institutos" de Parham nunca pretendieron ser seminarios teológicos. Eran centros de capacitación donde se enseñaba las verdades de Dios en la forma más práctica posible, con la oración como ingrediente clave. Muchos ministros salieron de esos institutos para servir en diferentes lugares del mundo. 

En Houston Parham conoció a William J. Seymour. Hasta este momento las leyes Jim Crow impedían que blancos y negros asistieran juntos a la escuela. Y las reuniones de Parham eran segregadas pero únicamente porque no había negros que quisieran asistir al instituto... esto es, hasta que apareció Seymour. Su humildad y su hambre de la Palabra conmovieron de tal manera a Parham que decidió ignorar las reglas racistas de su época. Seymour obtuvo un lugar en el instituto, donde experimentó las verdades revolucionarias del bautismo del Espíritu Santo. William Seymour se convertiría luego en el líder de la obra misionera de la calle Azusa en Los Ángeles California. 

Después que su histórico instituto bíblico en Houston se cerró, Parham se mudó nuevamente a Kansas con su familia, y el 1 de junio de 1906 nació Robert. su último hijo. 

Continuaba realizando reuniones en todo el país y era muy solicitado.En este tiempo recibió cartas de Seymour, pidiéndole que fuera a la obra misionera de Azusa en Los Ángeles. Se dice que Seymour le escribió "urgentes cartas pidiéndole ayuda, ya que manifestaciones espiritistas, fuerzas hipnóticas y contorsiones carnales... se habían desatado en las reuniones. Él deseaba que el señor Parham acudiera rápidamente y le ayudara a discernir entre lo real y lo falso". A pesar de estos ruegos Parham sintió que el Señor lo impulsaba a realizar una campaña en la ciudad de Sión, en Illinois. 

CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS EN SIÓN


Cuando Parham llegó a Sión encontró a la comunidad muy angustiada. Dowie había sido desacreditado en su ministerio allí, y otros estaban tomando control de la ciudad. Había una gran opresión sobre la ciudad dado que personas de todas las naciones y de toda condición había invertido su futuro en las manos de Dowie. Desanimada y quebrantada, esa gente había perdido toda esperanza. Parham vio esto como una maravillosa oportunidad para traer el bautismo del Espíritu Santo a Sión. No se le ocurría mayor bendición o gozo que presentar la plenitud del Espíritu Santo a estas personas. 

Cuando llegó, se encontró con una fuerte oposición, y no pudo conseguir un edificio donde llevar a cabo las reuniones. Todas las puertas de oportunidades parecían cerrarse. Pero finalmente, ante la invitación del administrador de un hotel, pudo preparar una reunión en un salón privado. A la noche siguiente, la gente llenaba dos salones y el pasillo, y el número de asistentes siguió creciendo. 



Pronto comenzó a realizar reuniones en los mejores hogares de la ciudad. Uno de estos hogares fue el del gran evangelista y escritor, F. F. Bosworth. El hogar de Bosworth literalmente se convirtió en un salón de reuniones durante la estadía de Parham. Cada noche, dirigía cinco reuniones en cinco hogares; todas comenzaban a las 19:00. 


Cuando sus colaboradores llegaban, él iba predicando de reunión en reunión, conduciendo rápidamente para asegurarse de llegar a todas. De esta manera, cientos de ministros y evangelistas salieron de Sión llenos del poder del Espíritu para predicar la Palabra de Dios con señales. 


Aunque Sión era una comunidad cristiana, parecía que la persecución en contra de Parham allí era la más terrible. Los periódicos aprovecharon la noticia, publicando que "el profeta Parham" había tomado la tierra de "el profeta Dowie". Dowie mismo salió al ruedo a criticar el mensaje y las acciones de Parham. El nuevo Sobreveedor de Sión, Wilbur Voliva, estaba ansioso porque Parham abandonara la ciudad. Voliva le escribió preguntándole cuánto tiempo pensaba quedarse en Sion. Éste replicó: "Tanto como el Señor desee que me quede".

En octubre de 1906, Parham sintió que Dios lo liberaba de su tarea en Sión y se apresuró a ir a Los Ángeles para responder al llamado de Seymour. 

HISTORIA DE LOS ANGELES 


Parham había escuchado que Seymour había ido a Los Ángeles con un espíritu humilde. Quienes eran de Texas y se habían mudado a Los Ángeles con Seymour estaban impresionados por su capacidad. 



Era claro que Dios estaba haciendo una obra maravillosa en su vida, pero también era claro que Satanás estaba tratando de "hacerla pedazos" Dado que Seymour había estudiado en el instituto de Parham, este se sentía responsable por lo que estaba sucediendo. 



Las experiencias de Parham en Azusa le hicieron comprender mejor lo que era el fanatismo. Según él, había muchas experiencias genuinas de personas que habían recibido el verdadero bautismo, pero también había muchas falsas manifestaciones. Parham predicó dos o tres cultos en Azusa, pero no pudo convencer a Seymour de que cambiara su forma de actuar. La puerta de la obra misionera se cerró para que él no pudiera regresar. Pero en lugar de salir de Los Ángeles, Parham alquiló un edificio grande y realizó allí grandes cultos que ministraban liberación de espíritus malignos a quienes habían asistido previamente a las reuniones. 


Charles, que consideraba que el conflicto de Seymour era producto del orgullo espiritual, escribió sobre esto en su boletín, observando que el fanatismo siempre produce un espíritu que no se presta a la enseñanza. Quienes están bajo la influencia de estos espíritus, explicaba Parham... 

"...se sienten exaltados, pensando que tienen una experiencia más importante que la de cualquier otra persona, y que no necesitan instrucción ni consejo... lo cual los coloca fuera del alcance de aquellos que podrían ayudarlos" .
y terminaba su "exposición" en el boletín, diciendo: 

"...aunque muchas formas de fanatismo se han infiltrado, creo que todo verdadero hijo de Dios saldrá de esta niebla y estas sombras más fuerte y mejor equipado contra todos los extremos que pueden presentarse en cualquier momento en reuniones de esta clase".

LAS BURLAS


Parham regresó a Sión, proveniente de Los Ángeles, en diciembre de 1906, y al no poder conseguir un edificio, levantó una gran carpa en un terreno vacío. Las reuniones contaban con una asistencia de aproximadamente dos mil personas. En la víspera de Año Nuevo, predicó durante dos horas sobre el bautismo del Espíritu Santo, y produjo tal entusiasmo que varios hombres se acercaron a él con la idea de formar un "movimiento" y una gran iglesia. 



Parham se opuso a la idea, y les dijo que él no estaba allí para obtener ninguna ganancia personal, sino para traer la paz de Dios que reemplazara la opresión que había sobre la ciudad. Parham creía que los Estados Unidos ya tenían suficientes iglesias, y dijo que lo que Sión necesitaba era más espiritualidad en las iglesias que ya tenía. 



Sentía que si su mensaje tenía valor, la gente lo apoyaría sin necesidad de una organización. Lo preocupaba que los grupos que giraban alrededor de la verdad del "bautismo del Espíritu Santo" desarrollaran finalmente un objetivo secular y mundano. 


Después de confrontar estos temas, Patham renunció oficialmente al puesto de "proyector" del Movimiento de Fe Apostólica. Muchas controversias sobre el liderazgo se habían producido ya en otros estados que adoptaran el movimiento. En su boletín, Parham escribió: 
"Ahora que ellos [los seguidores de la Fe Apostólica] son generalmente aceptados, yo simplemente ocupo mi lugar entre mis hermanos para impulsar este evangelio del reino como testigo a todas las naciones".
La posición que Parham sostenía le hizo ganar muchos nuevos enemigos en Sión, y cuando terminó su serie de reuniones, se dirigió solo a Canadá y Nueva Inglaterra para predicar. Su familia se quedó en Sión y fue tremendamente atacada. Cada día los hijos de Parham eran perseguidos en la escuela. Muchas veces los niños regresaban a casa de la escuela Con lágrimas en los ojos. La familia creía que eran perseguidos principalmente porque se negaban a organizar un movimiento. Más tarde, Charles escribiría: 

"Si difiero completamente de Sión con respecto a alguna de estas verdades, es sólo en la misma manera en que los individuos de Sión difieren entre sí"

Pero un día, la señora Parham recibió una inquietante carta de un habitante de Sión que amenazaba a su esposo en forma escandalosa. Ella denunció la carta, diciendo que era Una mentira, pero la persecución y la situación se volvieron tan terribles que decidió llevar a sus hijos de regreso a Kansas. 


LAS LLAMAS DEL INFIERNO; EL ESCÁNDALO



Aquí es donde llegamos a la más grande controversia en la vida de Charles Parham. Es obvio que tenía muchos enemigos en prominentes organizaciones cristianas, pero su principal antagonista era Wilbur Voliva, el Sobreveedor General de Sión. Después que Parham renunciara públicamente como "proyector" del Movimiento de Fe Apostólica, circularon varios rumores en los círculos pentecostales, asegurando que Parham había sido arrestado por inmoralidad sexual. El periódico Waukegan Daily Sun sugirió que su repentina partida de Sión se debía a "misteriosos hombres, de los que se decía que eran detectives, que estaban dispuestos a arrestarlo por algún cargo igualmente sospechoso". Luego el periódico admitió que esta información se había basado en un rumor y que el departamento de policía de Sión no sabía absolutamente nada sobre el incidente. Pero el daño ya estaba hecho. 



En el verano de 1907, Parham estaba predicando en una ex obra misionera de Sión ubicada en San Antonio, cuando una historia que había aparecido en San Antonio Light se convirtió en noticia a nivel nacional. El titular decía: "Evangelista arrestado. C. F. Parham, principal evangelista en reuniones realizadas aquí, es llevado bajo custodia" 



El artículo decía que Parham había sido acusado de sodomía, que era un delito según la ley de Texas, y que había sido arrestado con su supuesto compañero, J. J. Jourdan, quien supuestamente había sido liberado, al igual que él, después de pagar mil dólares. 

Parham, enfurecido, se defendió inmediatamente. Contrató un abogado, C. A. Davis, y anunció que su antiguo némesis, Wilbur Voliva, "había urdido una elaborada trampa". Parham estaba seguro de que Voliva estaba furioso por una iglesia de la ciudad de Sión en la que Parham había predicado cierta vez, y que había pertenecido a Sión, pero luego se había unido al Movimiento de la Fe Apostólica. 

Parham prometió limpiar su nombre e, indignado, se negó a dejar la ciudad. Pero su señora, habiendo leído previamente los rumores en una carta en Sion, salió de Kansas con destino a San Antonio. El caso jamás llegó a la corte y el nombre de Parham desapareció por completo de los titulares de los periódicos seculares tan pronto como apareciera. 

No se realizó nunca ninguna acusación formal, y a la fecha, no hay registro alguno del incidente en el Tribunal del Condado de Bexar. Pero los periódicos religiosos no fueron tan bondadosos con Parham como lo habían sido los seculares. Esta prensa parecía conseguir aún más detalles sobre la "relación". Dos periódicos que se tomaron libertades con la historia fueron el Burning Bush y el Zion Herald (el periódico oficial de la iglesia de Wilbur Voliva en Sión). Se decía que estos periódicos citaban información del San Antonio Light, junto con un relato de un testigo ocular de las supuestas acciones impropias de Parham, incluyendo una confesión escrita. Pero cuando se investigó en profundidad, se descubrió que los artículos "citados" en el Herald y el Bush nunca habían aparecido en el periódico de San Antonio. 

También se supo que el escándalo había sido publicado solamente en ciertas áreas, y que las fuentes podían ser rastreadas hasta el Zion HeraId. Si el rumor recorrió todo el país, fue porque viajó a través de "la viña del Señor".

Sin duda, parece que Voliva estaba aprovechando al máximo el escándalo, y "no dejaba piedra sin remover". Aunque nadie pudo señalar directamente a Voliva como instigador de las acusaciones, se sabía que ya en otras ocasiones él había esparcido rumores de inmoralidad en contra de sus principales rivales. Además de Parham, Voliva había lanzado varios ataques verbales sobre sus asociados en Sión, llamándolos "adúlteros" e "inmorales". Los colaboradores de Parham intentaron iniciar acciones legales con las autoridades de los EE.UU por "difamación ilegal", pero estas se negaron a actuar.

La señora Parham creía que sus enemigos seguramente tenían gran fe en las creencias de Parham, ya que si esta clase de ataque hubiera ocurrido a una persona secular, sin duda se hubiera iniciado una acción legal. Pero Parham nunca discutió el tema en público. Lo dejó a discreción de sus seguidores, creyendo que quienes le eran fieles jamás creerían las acusaciones.En su cumpleaños número cuarenta, escribió: 

"Creo que la mayor pena de mi vida es pensar que mis enemigos, al intentar destruirme, han arruinado y destruido tantas preciosas almas"
Pero el dolor y la destrucción no marcan diferencia alguna para quienes se oponen al ministerio de Dios. Cuando Parham regresó a predicar a Sión nueve años después, los seguidores de Voliva fabricaron pósters y panfletos que mostraban una confesión de culpa del delito de sodomía, firmada. 


EL SUEÑO LARGAMENTE ESPERADO


Durante los años que siguieron al escándalo, Parham continuó evangelizando en todo el país. Muchos decían que sus sermones criticaban a los cristianos pentecostales; otros, que nunca pudo recuperarse de las acusaciones de Voliva. En 1913, en Wichita, una multitud armada de palos y tridentes quiso atacarlo. Pero un amigo lo rescató, enviándolo por una ruta secreta, y la reunión continuó como había sido planeada. Cientos de personas se arrepintieron y muchos fueron sanados en Wichita, según se dice. 


Aunque había sido herido por aquellos que él pensaba que eran sus amigos, Parham jamás dejó de ir a las ciudades donde Dios lo llevaba. Hasta regresó a los Ángeles y realizó una reunión tremenda en que miles de personas fueron salvas, bautizadas en el Espíritu Santo, sanadas y liberadas. En el invierno de 1924, tuvo reuniones en Oregon y Washington. Fue en una de ellas que Gordon Lindsay recibió la salvación. Lindsay luego llevó a cabo una magnífica obra para Dios, estableciendo el instituto bíblico internacional llamado Cristo para las Naciones, en DalIas, Texas. 



Finalmente, en 1927, el sueño de toda su vida se convirtió en realidad para Charles F. Parham. Sus amigos reunieron los fondos suficientes como para que pudiera visitar Jerusalén. El viaje fue un gran gozo para él. Lo fascinaba caminar por Galilea, Samaria y Nazaret. 


Allí fue que encontró su pasaje favorito de las Escrituras, el Salmo 23 En Palestina, la realidad del Pastor y sus ovejas cobró vida para él, trayéndole gran paz y consuelo. Cuando regresó al puerto de Nueva York, en abril de 1928, llevaba consigo las diapositivas de la tierra que amaba. A partir de entonces, las reuniones de Parham consistieron en mostrar estas diapositivas que él llamaba "El Salmo 23".


"PAZ, PAZ, COMO UN RIO"


Para agosto de 1928, Parham estaba cansado y desgastado, y dijo a sus amigos que su obra estaba prácticamente terminada. A uno de ellos, Parham le escribió diciendo:
"Estos días estoy viviendo al borde de la tierra de la gloria, y todo es tan real al otro lado de la cortina, que me siento terriblemente tentado a cruzarla"
Después de pasar la Navidad de 1929 con su familia debía predicar y mostrar sus diapositivas de la Tierra Santa en Temple Texas. Su familia estaba preocupada por este viaje ya que su salud estaba algo deteriorada, pero él estaba decidido a ir. Varios días después, la familia recibió la noticia de que se había desplomado durante una reunión, mientras mostraba sus diapositivas de Tierra Santa. Se dice que mientras estaba en el suelo recobró la conciencia y que sólo decía que deseaba continuar con la proyección. 



La familia se dirigió a Temple para ver cómo estaba. Cuando llegaron, tomaron la decisión de cancelar las reuniones y regresar con Charles a Kansas en tren. Parham, debilitado por un problema cardíaco a tal punto que apenas podía hablar esperó que su hijo Wilfred regresara de ministrar en California. Mientras lo esperaba se negó a tomar medicamento alguno diciendo que de hacerlo "iría en contra de sus creencias". Sólo pidió a los demás que oraran. 



Su hijo más joven, Robert abandonó su trabajo en una tienda para orar y ayunar en la casa donde su padre estaba. Después de varios días, se acercó al lecho de Parham para decirle que él también "había entregado su vida al llamado al ministerio". Profundamente gozoso al saber que dos de sus hijos continuarían la obra del evangelio. Charles recobró suficientes fuerzas como para decir: 

"Cuando me encuentre con mi Maestro cara a cara, no podré vanagloriarme de ninguna buena obra que haya hecho; pero podré decir que he sido fiel al mensaje que él me dio, y viví una vida pura y limpia".
Sarah dijo que nunca olvidaría el rostro de su amado al saber, "con un gozo y una mirada de pacífica satisfacción, que su oración de tantos años había sido respondida".


Algunos oyeron a Charles Fax Parham decir en su último día en la tierra: "Paz, paz, como un río. En eso he estado pensando todo el día". Durante la noche, cantó parte del himno "Hay poder en la sangre", y pidió a su familia que terminara de cantarlo para él. Cuando terminaron, les pidió: "Cántenlo otra vez".



Al día siguiente, el 29 de enero de 1929, a los sesenta y seis años de edad, Charles F. Parham partió para estar con el Señor. A su funeral asistieron más de dos mil quinientas personas, que visitaron su tumba cubierta de nieve fresca. Un coro de cincuenta personas ocupó la plataforma, junto con varios ministros de diversas partes de la nación. De todo el país llegaron ofrendas que permitieron que la familia comprara un púlpito de granito para la lápida de su tumba. En ésta se inscribió lo siguiente: "Juan 15: 13", el último pasaje de la Biblia que Parham leyó en su última reunión en esta Tierra: 

"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". 

LOS VERDADEROS FIELES


Antes que Charles Parham muriera, su ministerio contribuyó a más de dos millones de conversiones. directa o indirectamente. Las multitudes que asistían a sus reuniones con frecuencia ascendían a más de siete mil personas. Y aunque algunos hablaron en lenguas mucho antes de Topeka, Kansas, fue Parham el pionero de esta verdad de las lenguas como evidencia del bautismo del Espíritu Santo. 



Su vida ejemplifica la dura realidad de la persecución y el conflicto que siempre acompañan a los líderes de avivamientos enviados por Dios. Aunque varios hombres trataron de destruirlo, no pudieron tocar el pilar de fortaleza que se levantaba en su espíritu. 



Las calumnias que lo acosaron jamás lograron que se apartara de su llamado. y cuando dejó la Tierra, lo hizo porque lo deseaba. Aunque algunos no aceptan el ministerio de Parham debido a su apoyo al Klu Klux Klan,la mayoría lo recuerda por su amor sacrificial y, principalmente, por su fidelidad. 


El mayor clamor de Dios es que seamos fieles a su plan. Y Charles Fax Parham no podía vivir otro plan que el que Dios había marcado. La fidelidad siempre soporta el conflicto que aparece para desafiarla. 

Dios nos ha llamado a un área de servicio. Sea que estemos en medio de las masas o ante los pocos que integran nuestra familia, nosotros, como Charles Parham, también debemos probar nuestra fidelidad. 

Pero en nuestra generación amante de la velocidad y de las cosas que "nos hacen sentir bien", la fidelidad aparentemente ha cedido espacio. Pero no importa a qué generación hablemos, la Palabra de Dios es aún la misma. 1 Corintios 4:2 dice que la fidelidad es un requisito para todos los creyentes. 

Creer en la Palabra de Dios, y confiar en que Dios cumplirá las promesas que nos ha hecho, a pesar de los conflictos de la vida, nos hará fieles. ¡Cuán maravilloso será escuchar al Señor decir: "Bien, buen siervo y fiel...", en lugar de escucharlo decir simplemente: "¿Y bien... ?" 

Te desafío hoy a que consideres tu vida, evalúes el costo, y analices cuál es tu posición en el área de la fidelidad. Te desafío a saber qué es lo que crees, y a qué te opones, y permanecer fiel a esas convicciones. 

Demuestra "la vanguardia" de la verdad a las naciones de la Tierra, y no permitas que se te considere uno más de los perseguidores, los envidiosos, los despreciativos. 

Sea cual fuere tu llamado en la vida, sé genuino y quédate del lado de Dios. Sé fiel




Sobre el autor: 

Roberts Liardon es uno de los líderes cristianos más respetados de nuestra generación. Como autor, orador, líder espiritual, historiador de la iglesia, y humanitaria, que ha ministrado en más de 125 países. Sus libros han sido traducidos a más de sesenta idiomas, y más de quince millones han sido vendidos en todo el mundo.
Como adolescente, Roberts se inspiró para empezar a escribir y producir una serie de libros y vídeo tituladoGenerales de Dios , que narra la vida de los líderes cristianos protestantes. El primer volumen de pentecostales y carismáticos ministros fue un éxito inmediato, y con volúmenes posteriores Roberts se ha convertido en una autoridad reconocida en la historia de los movimientos protestantes.
En sus veinticinco años, Roberts construyó una de las iglesias de más rápido crecimiento en los EE.UU. y estableció su primera, Biblia universidad acreditada. A partir de este ministerio, fundada hace más de cuarenta iglesias y construyó cinco institutos bíblicos de todo el mundo. Él siempre ha ayudado a los pobres y necesitados a nivel local, a través de América, y en todo el mundo.
Recientemente, Roberts puso en marcha un nuevo programa de televisión llamado Generales de Dios con Roberts Liardon . Él sigue hablando a esta generación de cristianos e iglesias, ayudándoles a acercarse más a Dios, crecer en madurez espiritual, y el impacto en sus comunidades.
                  https://www.robertsliardon.org/


Este material fue redactado y pasado del original
con el fin de compartirlo con creyentes fieles dentro
de la iglesia, y no con fines de comercialización.
Pastor: Mario Pérez
01 de Octubre de 2013

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